IMPACTO AMBIENTAL

 

Impacto ambiental

Estas alteraciones son tan significativas y ejercen un efecto tan duradero sobre los ecosistemas del mundo, que muchos estudiosos sugieren el uso del término antropoceno (esto es, vinculado con el ser humano) para el período geológico actual, cuyas características no podrían comprenderse sin el impacto ambiental de nuestras industrias.



El impacto ambiental se puede clasificar de acuerdo a diferentes criterios, atendiendo a los cambios hechos en el medio ambiente. Así, es posible hablar de:

  • Impacto negativo. Cuando ocasiona daños al medio ambiente o empobrece la calidad del mismo.                                                                                                                                                  
  • Impacto positivo. Cuando ayuda a reducir el impacto de otras iniciativas, o permite sostener el medio ambiente prácticamente sin cambios.                                                                                         
  • Impacto directo. Cuando el deterioro ambiental es obra de las acciones humanas.                                  
  • Impacto indirecto. Cuando el deterioro ambiental no es consecuencia directa de las acciones humanas, sino de los productos o desechos que ésta genera, y que desatan una serie de reacciones impredecibles en el ecosistema.                                                                                                                 
  • Impacto reversible. Cuando es posible tomar acciones para contrarrestar el cambio producido en el medio ambiente.                                                                                                                                        
  • Impacto irreversible. Cuando no hay forma de deshacer los daños hechos en el ecosistema.                
  • Impacto continuo. Cuando tiene lugar constantemente, sin parar.                                                             
  • Impacto periódico. Cuando ocurre únicamente en determinados lapsos de tiempo.                              
  • Impacto acumulativo. Cuando es fruto de acciones pasadas y presentes, cuyos efectos se van apilando o sumando en el tiempo.                                                                                                                 
  • Impacto residual. Cuando sus efectos persisten en el tiempo o persisten luego de que se hayan tomado medidas para mitigarlo.


Los casos siguientes constituyen ejemplos de impacto ambiental.

  1. La deforestación. Para brindar insumos y materia prima a las industrias de la madera y del papel, con la que se fabrican muebles, materiales de construcción, lápices y otros productos, se procede a talar árboles cuyo crecimiento y maduración requirió, como mínimo, decenas de años. Esto deja sin hogar y sin sustento a numerosas especies animales, priva al suelo de la protección de una capa vegetal que absorba el agua. Además, empobrece la atmósfera al retirar de circulación árboles que fijan el carbono ambiental en sus cuerpos (al absorber CO2). Por suerte, este fenómeno se puede combatir mediante planes de reforestación, pero usualmente es mayor el ritmo de la tala que el de la siembra
  1. Los materiales radiactivos. La energía nuclear es una fuente importante de electricidad que emplean numerosos países en el mundo, siendo sus mayores inversores Francia y Japón. Esta energía no contamina del mismo modo en que lo hacen los combustibles fósiles, pero subproduce barriles de plutonio y otros isótopos químicos radiactivos, que emiten partículas tóxicas a lo largo de cientos o incluso miles de años. Disponer de dichos residuos es difícil, y allí donde se dispongan depósitos de desecho radiactivo, la vida circundante se verá siempre afectada y perjudicada.
  1. La contaminación atmosférica. Quizá uno de los casos más dramáticos de impacto ambiental sea el de la atmósfera, a la cual vertemos diariamente varias toneladas de gases contaminantes, producto de la industria, la ganadería y la quema de combustibles fósiles. Muchos de esos gases, ricos en carbono, como el metano o el dióxido de carbono, se quedan en la atmósfera e impiden la irradiación del calor, contribuyendo con el cambio climático; otros gases, ricos en azufres, reaccionan con el agua y producen lluvia ácida. Esos son apenas un par de ejemplos de sus efectos en el mundo entero.

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